miércoles, 18 de enero de 2012

Mis creaciones

Prosa
Una tarde
Sara estaba sentada en la puerta de su casa esperando a que llegara su padre, para llevarla al gimnasio. Como era de costumbre su padre llegaba tarde. Sara no paraba de pensar que otro día llegaría tarde a la clase de gimnasia rítmica, mientras que caminaba de un lado a otro delante de la puerta. No paraba de moverse para ver si así el tiempo se le pasa antes. De repente, paso algo increíble vio una estrella fugaz. Corriendo se apresuro a pedir un deseo para ver si se podía cumplir. Su mayor deseo era tener una hermana pequeña para poder jugar, divertirse, o simplemente ayudarla a hacer los deberes. Sara pasaba la mayor parte del día, haciendo cosas iba al colegio, luego a natación, gimnasia rítmica. Ella quería pasar más tiempo en su casa, pero sus padres trabajan demasiado para estar con ella. Cuando estaba en casa, sus padres no estaban, solo pasaba los días con sus abuelos. Ella pensaba que si tenía una hermana ya no sería nada igual, sus padres estarían en casa y ella tendría alguien con quien hacer las cosas. Todo eso se le paso por la cabeza mientras pedía su deseo a aquella estrella fugaz. Cuando pidió el deseo, pensó que si no podía tener una hermana le pediría a su padre un perro así por lo menos se sentiría mas acompañada.
Por fin el padre llego, diez minutos de retraso. Sara ya estaba acostumbrada, no medio palabra y se metió en el coche. Cuando termino gimnasia rítmica allí estaba su padre a las ocho en punto como un clavo. Durante el viaje a casa Sara le dijo a su padre que para su cumpleaños quería un perro. El padre le dijo que tener un perro no era una tontería, tenía que tener una responsabilidad, lo tendría que cuidar, pasear, dar de comida. Pese a eso Sara tenía muchas ganas de tenerlo.
A la semana siguiente apareció su padre con un precioso perro de manchas blancas y marrones. Sara corrió a por él y lo cogió en brazos, nada más tenerlo decidió que se llamaría Nuca. Cada día que pasaba se creaba un cariño más profundo entre ellos. El perro no podía estar sin ella y ella sin el perro. Sara jugaba con él, se divertía, le enseñaba a dar la pata, a tumbarse… Se convirtieron en uña y carne.
Su sueño de aquella tarde se había cumplido, por ahora, por fin tenia eso que tanto deseaba, ya no estaba sola, sabía que siempre había alguien con ella. Aunque todavía tenía esperanza que su deseo se cumpliera de verdad y dentro de poco tuviera en sus brazos a una hermana.

Poesías
Las nubes
Las nubes son como algodón
Las nubes son como dulces
Las nubes son como esponjas
Las nubes son como agua corriendo por el cielo
Las nubes son como riachuelos en una enorme montaña
Las nubes son como globos volando
Las nubes son como estrellas
Las nubes son como la espuma
Las nubes son como la sombra en nuestras calles
¡Cuánta magia tienen las nubes!

Cariñoso
Risueño
Inolvidable
Sonriente
Tierno
Imaginativo
Amoroso
Noble

Teatro
Olga y Ana iban de camino a casa
Olga: Ayer me entere que mis primos vendrán a pasar las vacaciones conmigo. Tengo muchas ganas, hace mucho tiempo que no les veo.
Ana: Tus primos… ¿los que viven en México?
Olga: ¡¡¡¡¡Siiii!!!!! son esos, bueno ahora creo que se van a ir a vivir a Francia, que por lo menos está más cerca.
Ana: Jooer si yo no viera a mis primos en unos meses me sentiría muy triste, paso casi todos los días jugando con ellos.
Madre de Olga: ¿Ana te quieres venir a merendar a casa?
Ana: No se, se lo tendré que preguntar a mi madre, porque no sé si tendremos que ir hoy al dentista o no.
Madre de Olga: bueno pues si quieres vamos a tu casa, que nos pilla de camino y se lo preguntas ¿vale?
Ana: vale.
Ana pensaba para ella misma, ojala y me deje ir, así podremos pasar las tarde juntas. Llegaron a casa de Ana. Llamo al timbre y salió corriendo a buscar a su madre.
Ana: ¿mama me dejas ir a casa de Olga a merendar?
Madre de Ana: si hija, pero pórtate bien. Iré a buscarte sobre las siete y media.
Madre de Olga: no te preocupes si quieres la traigo yo, porque tenemos que ir a buscar a adrian (hermano de Olga) al fútbol.
Madre de Ana: vale pues entonces, luego nos vemos muchas gracias
Ana: adiós mama, luego nos vemos
Madre de Olga: adiós
Olga: adiós
Continuaron el camino hasta llegar a casa de Olga. Llegaron a su casa.
Madre de Olga: chicas ¿que queréis de merendar?
Olga: mama yo quiero un bocadillo
Ana: vale, yo también
La madre de Olga les trajo la merienda. Mientras que merendaban:
Ana: ¿Entonces cuando vienen tus primos?, porque tengo muchas ganas de conocerlos. Me has hablado tanto de ellos. Encima es que ni les conozco porque no les he visto ni en foto.
Olga: Pues mi madre me ha dicho que vendrán dentro de una semana, para que nos vayamos todos a la playa.
Olga: Si quieres te enseño unas fotos de ellos
Ana: ¡Vale me parece genial!
Fue a por al álbumes de fotos
Olga: Mira estos son mis primos (mientras que le señalaba la fotografía)
Ana: Que guapos, seguro que se llevarían también muy bien con mis primos
Olga: Ana estoy pensado... que podríamos hacer una fiesta  para recibir a mis primos. También pueden venir tus primos, así estamos todos juntos. Tú, tus primos, mis primos y yo.
Ana: ¡Me encanta la idea!. Tenemos que empezar a prepararla ya
Madre de Olga: niñas ya nos tenemos que ir
Bajaron corriendo, mientras se ponían los abrigos. Mientras caminaban le contaban a la madre de Olga la idea que habían tenido.
Madre de Olga: me parece un buena idea, si queréis podemos hablar con tu madre, Ana, y lo organizamos.
Las dos niñas se abrazaron y gritaron a la vez
Ana y Olga: ¡¡Bieennnnnnnn!!!!
Llegaron a casa de Ana.
Madre de Olga: Luisa (madre de Ana) dile a Ana que te cuenta la idea que han tenido y mañana hablamos tú y yo, que ahora me tengo que ir a buscar a Adrián.
Madre de Ana: vale, me tenéis intrigada... pues mañana hablamos entonces. Muchas gracias por todo
Madre de Olga: nada mujer. Hasta mañana
Ana: adiós Olga
Olga: adiós Ana

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