sábado, 7 de enero de 2012

¡¡¡Animemos la lectura!!!

Llegamos al cuarto bloque con nuevos objetivos y retos ¿Seguro estáis preparados para empezar con el penúltimo bloque? ¿Si verdad?, pues vamos con ello.
Ya llevamos unos cuantos bloques hablando de literatura, y viendo que es muy importante. Pero si nos paramos a pensar, esa literatura no sería tan importante si no hubiera nadie que estuviera interesado en ella ¿no creéis? Actualmente, hay un clamor en la sociedad que los niños cada vez están menos interesados por la literatura. Se dice que esto ocurre porque prefieren entretenerse con las nuevas tecnologías, como los ordenadores, consolas… quizás esto sea así, los niños cada vez estén menos interesados en la literatura, pero nos tendremos que parar a pensar porque ocurre esto. Es verdad que cada vez hay más formas de pasar el tiempo, pero no se deben de quitar unas para poner otras, debemos de juntar todas a la vez.
Este problema es cada vez mayor y nosotros como maestros deberíamos preguntarnos por qué ocurre esto y si esta en nuestras manos poder cambiarlo.
Creo que deberíamos hacernos una pregunta, para intentar contestarla y darle solución a este gran problema ¿no? ¿Cómo podemos hacer que los niños disfruten de la lectura?
Podemos ver que actualmente hay una clara falta de motivación por la lectura, pero esto no se debe a las nuevas generaciones sino a la forma que hay por parte de la gente de enfocarlo. A los niños se les obliga que tienen que leer. Con esto, lo único que conseguimos es que los niños lo lean por obligación y le cojan manía a leer. No nos sirve de nada que les regalemos libros, si luego no hacemos una buena animación. Esta animación no es solo está en nuestras manos, sino también en la de las familias, es una tarea conjunta por parte de los maestros y la familia. 
La familia es muy importante, ya que los niños siempre harán lo que en su casa hagan, si en su casa sus hermanos, padres, abuelos, leen y ellos ven que están disfrutando seguro que les surgirá esa curiosidad de sentir lo mismo. También, es importante que les cuenten cuentos, ya que por ejemplo los niños más pequeños que todavía no saben leer favorecían el interés acerca de la lectura. La familia debe ayudar a fomentar el interés por la lectura.
Los maestros deben plantearse cambiar la forma de trabajar los libros, ya que la lectura de un libro no conlleva una serie de preguntas o un examen al finalizarlo. La lectura debe hacerse por placer, para divertirse. El niño debe ir descubriendo la magia de la lectura como puede introducirse en fantásticos mundos sin salir de su casa, solo están en su mente. No debe ver la lectura como una obligación o  un examen. Para esto los profesores debemos cambiar la metodología, se puede trabajar otra serie de actividades que consigan en el niño la motivación necesaria para interesarse por los libros.
Entonces… ¿Qué debemos hacer para fomentar la animación a la lectura, y  ayudarles a que disfruten?
Después de ver los power point colgados en Luvit, creo que tengo los pilares fundamentales para ayudar a los niños en el disfrute de la lectura:
Deberíamos introducir el juego como medio para llevar a cabo estas tareas. Como se indica en uno de los power point, uno de los objetivos, que tenemos como maestros es animar a esos niños a la lectura, pero no de cualquier forma sino a través del juego. Este es uno de los problemas, que los maestros han cometido, no han sabido trabajar los libros. El itinerario que normalmente se sigue es imponerle al niño el libro que se tiene que leer y nada más terminar el libro se le realizan unas preguntas o examen para saber si se han enterado o no. Primero deberíamos pensar, si a nosotros eso nos gustaría. Yo creo que a todo el mundo que se le obligue a después de leer un libro contestar a unas preguntas, un examen o algo similar terminaría odiando leer y más aun, los niños que no tienen libre elección para elegir el libro que quieran, sino que se lo imponen en el colegio. 
Deberíamos reflexionar y pensar porque los niños dicen que no les gusta leer lo que en el colegio les mandan. La lectura debería ser un motivo de placer, y sin embargo con el trato que se le da en el colegio se convierte en una imposición de un libro que ellos no han elegido, y que encima, al terminar de leerlo, deberán hacer un examen o un trabajo sobre él.  Es normal que después de esto los niños odien la lectura.
Considero que el mejor remedio para intentar solucionar esto es el juego. Deberíamos basar nuestras animaciones a la lectura, es decir las actividades previas, durante y después la lectura en el juego. El juego es el elemento más placentero para presentar algo que debería ser también placentero y, que de hecho, lo es.
El juego es algo que les gusta a los niños. Los juegos que para los niños son adecuados, para nosotros no lo pueden ser y viceversa, por eso debemos hacer una buena selección de lo que vamos a trabajar, ya que si hacemos una mala elección lo que se dice juegos, es decir entretenimiento, diversión, dejaría de tener todo el valor que debe conllevar. 
Otro punto muy importante es la relación entre el esfuerzo y la recompensa. Todos cuando realizamos una actividad, sea la que sea, buscamos un fin. Nunca hacemos nada si no esperamos algo a cambio. Si realizan una actividad que requiera esfuerzo, necesitaran una recompensa para que se vean premiados con la tarea que han hecho. La recompensa es tarea del maestro, debemos aprender a motivar y a ofrecerles grandes recompensas que les cree una gran satisfacción. Creo que esto es todavía una tarea pendiente, los maestros no saben recompensar a los niños, es mas hacen todo lo contrario, solo esperan que los niños terminen el libro para examinarles.
Lo que debemos hacer es proponer nuevas formas de trabajo que hagan en los niños lectores entusiasmados que no pierdan la motivación por la lectura durante toda su vida, y si es posible que la vayan aumentando.
Como hemos dicho, el juego es muy importante para introducirles en el fantástico mundo de la lectura. Dentro del juego podemos hacer talleres, bibliotecas de aula y también, cuentacuentos. En los talleres, todos los niños comparten sus ideas, pensamientos. Se ayudan unos a otros, ya que si uno no ha entendido algo el otro le puede ayudar. Las bibliotecas de aula son muy importantes, ya que despiertan el interés de los alumnos por conocer, y favorece para que se den situaciones de aprendizaje motivadoras. Y por último, los cuentacuentos esenciales en la vida de los niños. A través de los cuentacuentos los niños se van acercando a los libros, ayudados de esa maravillosa fantasía que se crea cuando se está contando un cuento. 
Las actividades que realicemos son muy importantes, pero… ¿cómo deben ser? Primero, tendremos que empezar por las actividades previas a la lectura. Vamos a ello:
Las actividades previas a la lectura están diseñadas para motivar y despertar el interés de los alumnos. Este es el momento para poner en marcha los conocimientos previos e intentar unirlos a los que se van a aprender. Además, podremos hacer una selección de los conceptos y el vocabulario que creamos que sea difícil para ellos.
Las actividades previas son fundamentales para conseguir que el niño se enfrente al libro de otra manera.
Cuando leemos un libro hay que tener en cuenta que influyen los conocimientos previos que posee el niño, sus experiencias y con todo ello hace que junto con la nueva información den un significado a lo que leen. La lectura es fundamental para el proceso de aprendizaje.
Las actividades previas a la lectura sirven para asegurarnos si nuestros alumnos ya tienen una idea general sobre lo que va a tratar el libro. Si no supiesen de que trata, estas actividades son las encargas de conectar lo que el lector sabe con lo que va a leer.
Los conocimientos previos están relacionados con la interpretación que hace cada uno. Por lo que es muy importante que nunca se corrija a un niño en la interpretación que realice, ya que las interpretaciones son individuales.
En estas actividades no podemos dejar de mencionar a las ilustraciones, la portada, contraportada, titulo…
Si nos fijamos en las ilustraciones tanto de la portada, como del interior podemos averiguar de qué tratara el libro. Cuando queremos elegir un libro, lo cogemos y lo ojeamos, así hacemos una selección de si lo vamos a leer o no. Debemos enseñar a los niños a realizar este proceso de selección. Como actividad podíamos decirles que ojeasen el libro y teniendo en cuenta las ilustraciones deberían decir sobre que piensan que ira la historia, que pasara… Otra actividad podría ser, darles a los niños una imagen del libro que sea importante o que de pistas de lo que tratara, en forma de puzle. Los niños deberán formar el puzle y sacar ideas sobre la historia, por ejemplo de que ira, como serán los personajes, si están interesados en saber que les pasara. 
Con el título del libro pasa algo similar, nos da mucha información acerca de lo que tratara el libro. Como hemos hecho con las ilustraciones también podemos hacer con el título del libro, es decir predecir que pasara.
Se les debe animar para que den su opinión sobre los diferentes elementos del libro.
Cuando se presenta el libro, es muy importante que se haga de forma atractiva, llamando la atención del niño, esto hará que se cree una curiosidad por seguir investigando.
Bien, ya hemos visto las actividades para realizar antes de la lectura, ahora tendremos que ver las que se realizan durante ella.  
Las actividades realizadas durante la lectura tienen que estar relacionadas con lo que hemos dicho anteriormente, deben ser actividades centradas en juegos y en talleres donde los niños pongan en común sus pensamientos. Estas actividades tienen que ser servir para que los niños expliquen cada uno a su modo si les está gustando, como va transcurriendo la idea. Estas actividades deberían ser en debate, para darles la oportunidad a todos los niños de participar. Además, de hacerlo de forma oral también se puede realizar mediante ilustraciones.
Estas actividades no deben tratarse de preguntas que hagan parecer a los niños exámenes. Creo que el profesor debería participar, pero no haciéndoles preguntas ya que así los niños sentirán que se les está evaluando, sino como otro lector mas, dando su punto de vista, opinando como todos ellos. 
Lo más importante para estas actividades es que no se consideren un examen, ya que un niño no se lee un libro para estudiar sino para disfrutar leyendo.
Por último veremos las actividades para después de la lectura.  
Las actividades posteriores a la lectura son imprescindibles, para comprobar que el trabajo que se ha realizado, ha sido correcto, es decir, que el niño ha comprendido el libro. Más que una evaluación para los niños, es una evaluación para nosotros. Somos lo profesores los que debemos saber si nuestro trabajo está bien realizado o no. Los niños solo tiene que divertirse de la lectura.
Cuando pensamos en las actividades que hemos tenido nosotros después de habernos leído un libro, solo se recuerdan exámenes. Estos exámenes, no tenían como fin que demostráramos si lo habíamos entendido o no, era más para demostrar la memoria que teníamos. Esto es algo que debemos cambiar, no se pueden seguir haciendo estas actividades.
Se deberían cambiar estos exámenes, por actividades como resúmenes, reflexiones, debates para completar el proceso de compresión lectora.
Las actividades grupales ayudan a los niños a poder contrastar sus informaciones o sus pensamientos, además, de darles soltura a la hora de hablar.
En cuanto a las actividades escritas, como los resúmenes nos ayudan a averiguar si los niños han comprendido el libro o no. El resumen debe de dejar la total libertad a cada niño a realizarlo a su manera, nunca se deberá poner unas condiciones, ya que lo único que conseguiríamos es presionarles.
Tampoco olvidemos que las actividades tienen que ser dinámicas y entretenidas para los niños, por lo que también podemos hacer sopas de letras, recrear el libro mediante ilustraciones, murales con dibujos de lo que más les ha gustado, títeres para representar el libro, etc.
Nadie nos leemos un libro para después hacernos unos examen, los niños no son diferentes.
Ahora ya sabemos lo que debemos hacer, asique no dejemos que por las malas actividades los niños se pierdan el placer de leer.

Ayudémosles a que comprenden, disfruten y reflexionen.
Fuentes consultadas:

Documentos de Luvit

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